27 mar 2010
Escuché, se donde estoy y se lo que pasó. El domingo voy a salir con la enfermera del doctor, a medir el tiempo como dijo ella. Soñé que besaba al doctor y que el doctor me besaba. Eran alegres y libres nuestros besares. Soñé que el doctor sacaba una infinidad de muebles de su casa, cosas de su hija. Soñé que el doctor se rebelaba a los muebles de su pequeña hija, muebles infantiles que lo invadían. El doctor sin ropa, en frenesí, descubría su casa, y a cada encuentro nos besábamos y la casa crecía. Yo encontraba nuevas puertas que habría y corría de alegría de un salón a otro a través de estas puertas, y en cada encuentro nuestra felicidad crecía. El doctor sacaba muebles, la casa crecía, nuevas puertas se habrían, nos encontrábamos, nos besábamos, yo corría, volvíamos a encontrarnos y más besos de alegría . Soñé en infinito, en espiral hacia arriba. Ah, por eso que hicieron la otra noche los cinco de la fiesta: será justicia.
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