13 jul 2010
La paciente escribió en la nota que su cabeza está en recepción (¿cual?), dentro de una caja violeta o marrón con una etiqueta que dice "te devuelvo tus regalos" y de retirarla mañana. Al roedor le dije cuando me fui: "Es una azucarera, cuidado con la tapa", pero no comprendió y cayó en la tapa trampa, era mejor si moría en el laboratorio, por la ciencia al menos. El sin dientes requiere alimentación especifica por su condición de enfermo y de infante. Tengo que solucionar todo y todo se va solucionando si uno no es exigente de más en las resoluciones y tiene los recursos. Yo hoy los tengo. Tengo la dirección de la paciente en su historia clínica, que por suerte traje a mi hogar por error, y tengo el dinero de la billetera que encontré en un de los corredors. "¿Sabe matemáticas, niño?". "Si", dice. "Cuente el dinero y luego lávese las manos", le digo. Y le doy la billetera y salgo a buscar agua. Me doy la vuelta sobre la puerta y lo miro cruzándome el índice sobre la boca. El infante entiende que eso significa silencio y que ese es mi gesto. Vuelvo con el agua que pongo a calentar y le doy mi jabón blanco al niño. "¿Cuanto hay?", le pregunto. "Vènititres", contesta. " ¿Veinte más tres?", le pregunto. "Si", contesta levantando las cejas, bailándolas. "Bajo a buscar alimentación", le digo. " Y a dejar en los residuos al roedor", que no puedo tirar por la ventana porque con la suerte que tengo podría caèr sobre la cabeza a un pasante que por error me conoce y este seria el quinto error de hoy.
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1 comentario:
¿El silencio es su gesto? ¿Cruza el índice sobre su boca? ¿Lleva niños a su casa? ¿Qué hace enfermera?
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