13 sept 2010
Suenan las campanadas. Anuncian la hora que indica que terminò la pausa del mediodia. La paciente no despierta, duerme. Como son mi deber todas las pacientes la dejo aqui en la terraza. La dejo medio abierta o medio cerrada - no sea que se encastre de nuevo la caja marròn de te devuelvo los regalos y tenga que volver con el bisturì a destrabarla. Ahora la dejo en el palomar, asi no me olvido donde està. Ah, recordarme al regresar de controlar el sonar de metal que escuchamos en el ascensor con el entregador de roedors. Recordarme de pensar en el vestido apropiado para el domingo: el azul o el bordeaux, por suerte solo tengo 2 opcions. Bajar las escaleras con cautela aunque el aviso de PELIGRO estè para el que sube y no para el que baja (yo ahora bajo).
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