25 sept 2010

Las 5 pacientes son sometidas a procedura. Yo bajo los watts por pietat ya que cientìficamente ninguna presenta mejoría y el resto queda entre las parèntesis del doctor. El tiempo es lento, como la degestiòn del doctor que no quiso digestiv ni otro del dipensario. Termina mi turno, ordeno, me pongo el sobretodo y subo a la terraza. ¿Pero dònde está la cabeza de la paciente? En la caja solo hay palomas. Las vendas se enredaron en la antena radio y flamean que parecen bandera de paz en guerra (después de haber perdido, al rendirse). La chimeneas están. Todo está menos la cabeza de la señora. Pero yo la dejè acá, no comprendo. No desespero porque est necesario mantener el control, pero esto me confunde. ¿Dónde está la señora? Yo en guerras no asistí porque soy joven y aqui no hay. Pero hay. Y si llegara la guerra mis pacientes no serían más estas señoras. Mis pacientes serían jóvenes hombres, mutilados o con traumatismos de vario tipo. Eso es si sería, es hipótesis. Ahora es que yo no vuelvo a mi hogar hasta no encontrar la cabeza de la señora. Tengo algo de apetito, claro, no almorzé. El dìa de hoy fue 4 horas màs largo. Voy a recorrer corredors y repartos hasta encontrar la cabeza de mi paciente. La enfermera del 2 podría haberla robado. Si no estuviera penado por ley la envenenaría a la del 2 por celos. Los celos sont pecado. Entonces estoy pecando. Lástima porque mi ley es el tiempo y para el veneno hay antídoto.

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