4 mar 2011

"Adelante", dice el aficionado como si hubièramos entrado por la puerta. " Quìtese el sobretodo señorita, permítame". "No gracias" digo por las dudas- que tengo cuando las seguridades faltan. "Por aqui", dice el fotógrafo aficionado que dice ser, corriendo una cortina de terciopelo bordeaux que nunca habia visto y que no comprendo como reconozco. Y pasamos los tres del otro lado. Como si hubiera un otro lado ( y en ese caso sería conveniente una cortina en mi hogar para ampliarlo) . Y màs alla de la cortina la trampa, yo. El entregador de roedors me desviste y me sienta en una silla. "Muy bien señorita, no se mueva", dice el aficionado. Y claro yo no me muevo, no respiro, no me muevo.

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