1 jul 2011

"Señor, yo no soy ella ni soy ninguna pero escuchè y aprendí, y creo ser capaz de reproducirlas. Además aqui ya estuve el domingo con el entregador de roedors, justo el día en que la señora se enterró bajo aquel pino. Siendo usted mago engañarme sería muy fácil y aburrido." "¿Engañarla como?" " Los besares." "Señorita, he tenido 4 esposas y necesito la cabeza." "Justamente", le digo. "¿Justamente que?" "Que yo podría, visto el error y la experiencia, asitirlo en el número que hacía la señora," "Pero usted no es secretaria del fuego, es enfermera." "Justamente, alguien podría sentirse mal en sala y en ese caso cumpliría ambas funsiones, además asi como me ve ahora, quiero decir asi como me vió en el hospital llevar bien el bonete y el uniforme almidonado, con el mismo esmero pero sin orgullo, llevaría yo el uniforme de secretaria del mago. Y se estar callada, si es necesario, y disimularme." "¿Estaría usted dispuesta entonces?" "Tengo secreto en mi ni lo que el doctor sabe y hasta lo que emparentiza. Las gentes ven lo que pueden, no lo que quieren, que justamente es lo que tiene obstinada inutilmente a la ciencia, creo. Esta es una oportunidad señor, mi oportunidad de ser en el mundo más alla de mi aplicando."

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