18 abr 2010

Subimos todos los 589 escalons. En la entrada estaba escrito: "Usted està por subir 589 escalons, si piensa que no podrá subirlos no INICIE la ascensión". Una vez arriba otro cartel advertìa. " NO permanezca más de lo NECESARIO, no impida a otros turistas la visión". Como no somos turistas ignoramos las advertencias (ademàs lo necesario es de cada uno). Antes de iniciar la ascensión consultè con la paciente, ella me apretò la mano y lo interpretè como un si. Arriba se veìa todo lo que hay ver. Todo mas alla de la ciudad y las montañas. Todo. Le describì a la paciente la visiòn. Vibrámos a cada campanada y ensordecímos a cada nota que nacía y caía. Yo hubiera subido aun màs arriba pero no se podía. No por una advertencia prohibicion o amenaza escrita en palabras, no: Había una puerta cerrada, bien cerrada, imposible de abrir para llegar donde el mecanismo hace que suenen las campanas. Porque este campananil es a mecanismo, volteo, pedalier, no se. Quisiera tanto saber! Y estábamos ahi tan cerca, casi adentro del mecanismo del tiempo, casi adentro del sistema que enlaza una cosa con otra, cerca, tan cerca. El cabello me volaba . Era la primera vez que lo tenia por tanto tiempo suelto, y fuè la materia de mi cabello enredàndose que me dió por primera vez una nociòn de mi y mi tiempo. Noté que es de un rubio ceniza como la madera de los pins que traen del Canada, que est diferent a los pins que tenems acá. No seguí leyendo la historia clínica de la paciente porque se hubieran volado las pàginas ( y tal vez hubiera sido lo mejor). Cuando la catedral cerró bajamos los 589 escalons. Invisibles entramos al hospital y dejè la paciente en el 2 en su cama con mis medias. En el tram de regreso a mi hogar me di cuenta que aun tenia bajo el sobretodo, escondida, su historia clínica.

2 comentarios:

microtonal dijo...

-Companieras aves, algo està pasando. Allà, abajo, en la tierra. Observen. Aquellos dos puntitos negros en cima a la Gran Catedral. Voy a descender un poco, me esperen aqui, volando en circulo. La tarea de nuestra migracion eterna nos deja un poco de tiempo por eso. Puede ser importante.

-Tu eres el maestro, el duenio de la forma mas misteriosa del tiempo, la musica. Si asì ordenas, cumplimos esperandote nuestra circularidad aerea, como la estructura de tus sinfonias, nacidas de la soledad y del alcol entre los arboles de Finlandia.

-Ahora veo mejor: dos mujeres. Sin duda una busca el secreto. En el reloj de la catedral. Le mando un grito de la ave en que me transformè el dia de mi muerte, en 1957. Gritarè la melodia de mi "quinta sinfonia", la de la revelacion de la experiencia mas extraordinaria de mi vida: el contemplar las 16 aves librandose en el cielo de Ainola.

(Me gusta producir viento en el cabello de la mujeres, no para asustarles. Producì viento, y vi algo de rubio moverse, de un rubio ceniza como el color ligneo canades, tan diferente de lo finlandes).

-Gritè mi sinfonia, le dije el secreto de los secretos. Lo del tiempo, que todos los sonidos une. Adios, tiernas creatura en busqueda del sentido. Oiron mis notas tras las campanas? Que tomemos altitud, companieras aves, recuperamos nuestro destino migratorio y nostras charlas sonoras.

-Ya les conté de cuando, unos anios despues de mi desaparicion en forma humana, descubrì que tal John Coltrane copiò melodia de la "quinta" en una composicion suya, "A Love Supreme"? Me dio felicidad, el tambien se acercò al secreto.

La enfermera dijo...

Usted es un cisne que habla o está abusando de policompuesto quìmico? Como sabe del ceniza de mi cabello?
Come sabe que escuchè la 5 sinfonìa?
Que es love supreme? Como es que nos vieron desde tan arriba?