El entregador de roedors tiene discos. El entregador de roedors tiene todos los pullovers azuls, porque es el uniforme suyo. El mio blanco, el suyo azul. Abro su armario y me deja mirar todo; como tiene acomodados los pullovers, los discos y los libros (que no son de los que me gustan porque son literaturas que confunden, a mi) pero los tiene todos bien ordenados . La música de los discos no desentona, claro, porque sino para que la hacen discos, para que la pasan a registro. No alquila habitaciòn, alquila entrada propia. Quiere de mi, lo veo, no soy tonta. El entregador de roedors quiere tocar-me, claro, tampoco es tonto. Pero para que? Si yo no me quiero casar y de anatomía se casi todo, creo. Para que tocar-me con el entregador de roedors para experimentaciòns de los impuls y de las conecciòns cuando el dueño de la tabaquería vive más cerca? Prefiero venir a su hogar a escuchar discos y a que me deje llevar en mi su reloj, y pasar con él (mi) tiempo. Prefiero, creo.