3 abr 2011

"No", le digo. Porque el besar fue un error y entons prefiero aceptar regalos ajenos que cambiarme por besos. "Porque no soy destino", le digo. "No soy su destino, señor". Porque si el entregador de roedors ya sobrevivó a una guerra debería de se cuidar y no desafiar, creo, en mi. Porque en mi, él, como el aficionado de fotografía, solo buscan lo que no encuentran y para lamentos están los pacientes de mi doctor, que son mi trabajo. Y no creo que deba asistir a todos como si a todos faltara salud. Tampoco podemos llenar los hospitales de inseguridades.

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